Este es un tema que no puede tomarse a la ligera ya que, a pesar de que implican conocimientos adquiridos que se aplican diario, a la larga podrían generar incluso problemas de salud. Lo mejor es siempre tratar de que sea la ciencia quien dilucide qué tan reales o no son estas prácticas. Hoy te hablamos un poco de ellas.
Las ciruelas pasas ayudan a quitar el estreñimiento
Esto es completamente cierto. Comer ocho o 10 ciruelas pasas al día durante tres semanas hace que el peso de las heces fecales, así como la frecuencia con que se va al baño aumenten. Y esto disminuye el estreñimiento. Así que si aún no tienes una dieta muy rica en fibra, es momento de que vayas metiéndola a tus rutinas alimentarias.
Las ciruelas pasas también tienen sorbitol, que es un azúcar natural con efecto laxante en algunas personas.
Tomar agua natural fría engorda si se toma durante la comida
Esto no es verdad. El agua natural es un nutriente sin calorías. Por lo tanto, no engorda ni adelgaza si se toma antes, durante o después de las comidas. Si tus riñones no funcionan bien es esperable subir de peso al beber agua. Y en ese caso tienes que estar checándote periódicamente por tu médico.
El té de menta disminuye la hinchazón
Esto es mitad verdad, mitad mito. Existen estudios acerca de que si se toman cápsulas de aceite de menta, disminuyen los síntomas del intestino irritable. Ello provoca que se reduzca la hinchazón, el dolor abdominal y hasta la producción de gases. Además se ha encontrado que en animales relaja el músculo liso del tracto gastrointestinal.
Ésta última explicación es la más cercana a la afirmación de que elimina la hinchazón en humanos. El té como tal no se ha estudiado; no obstante, lo que sí se sabe es que tiene efectos similares a los de las píldoras cuando se bebe en infusiones hechas con hojas frescas, no con bolsitas de té.
Tomar jugos de frutas es lo mejor para tener buena digestión durante el día
Meeec. Error. No está comprobado que esto sea cierto. Los jugos de frutas aportan muy poca fibra (y sólo si no se les cuela) y muchísimos azúcares. Muchísimos. Tomarlos ya sea de naranja, piña, zanahoria y hasta betabel es ideal para reponerte de energía después de hacer ejercicio, o antes de una carrera larga, pero su aporte a la digestión no va mucho más allá.
Todos los nutrimentos que aportan son cosa aparte. Y no dejan de ser una maravilla, pero sin duda no abonan a la digestión. Además, recuerda que el exceso de carbohidratos y azúcares no puede más que transformarse en grasa. Mucha gente que desayuna solo jugo verde todos los días de la semana no entiende por qué llega a subir de peso (aunque cuando haga actividad física), pero se debe justo a esto.
La leche tibia ayuda a conciliar el sueño
Esto tampoco está comprobado por la ciencia. Quizá en lo que esté basado este mito es en el hecho de que la leche tiene cantidades bajas de triptófano, una sustancia que alienta la producción de serotonina en el cerebro, que a su vez se convierte en la hormona que está detrás de los procesos del sueño: la melatonina.
No obstante, aún no se demuestra que las cantidades que hay en la leche alcancen como para inducir este estado. Quizá lo que ocurra en tu cerebro es que, como la leche tibia está relacionada con la cena o merienda que te daba tu mamá antes de dormir, ello haga mentalizarte a ir a la cama y descansar mejor.
El jengibre quita las náuseas
No te mienten cuando te dicen que las embarazadas encuentran un verdadero alivio en este remedio. El jengibre tiene un efecto antiemético —que significa que quita las ganas de vomitar— por los compuestos llamados gingeroles y shogaoles, que se encuentran en la raíz y el rizoma.
Lo que sí es un mito es que el refresco de ginger ale tenga las mismas propiedades. Ésta se trata de una bebida artificial que emula solamente el sabor del jengibre. Así que si pensabas que tomándote un vaso de ella, en vez de hervirte una infusión y dejarla reposar con la ralladura de la raíz 10 minutos ibas a sentirte mejor, tememos decirte que no será así.
La papaya hace que vayas más al baño
También es real, aunque en vez de eso nosotros diríamos que el hecho detrás de ir con más frecuencia al baño es que esa fruta ayuda a que el tránsito estomacal e intestinal sea más fluido. La papaya logra que sus nutrientes pasen de forma más directa a la sangre y que su presencia se prolongue en ella, lo cual protege contra enfermedades cardiovasculares y hasta el cáncer de colon.
Fuentes The Globe and Mail |
Estilos de vida y alimentación
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La noticia 7 mitos y realidades de los remedios caseros con los que crecimos fue publicada originalmente en Directo al Paladar México por Ollin Velasco .
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