Lo hemos hecho todos. Trabajar da mucha hambre y comer mientras estás en tu oficina sobrepasa los límites de lo necesario. Es legal y justo, pero espera: no siempre lo hacemos bien. Comer “de tupper” es ecológico, ahorrativo y bastante más sano que salir por los tacos de la esquina, pero tenemos unos consejos que te servirán para que la experiencia no sea un calvario para tus colegas, y encima sea mucho más saludable para ti.
Intenta no comer en tu escritorio
Mucho menos lo hagas con la computadora encendida frente a ti. Al poner atención en dos actividades simultáneas lo único que lograrás es que se creen interferencias en el cerebro que hagan que ni siquiera se vaya por completo tu sensación de hambre, aunque ya estés lleno.
Esto sólo hará que comas más y que, eventualmente, subas de peso. Es lo mismo que ocurre cuando estás frente a la TV y no puedes dejar de picar lo que tienes al lado. Se trata del mismo mecanismo.
Frecuenta comidas que te hagan más feliz
Por la tarde a todos nos da antojo de algo dulce. Y está bien saciar los antojos, pero si nos los permitimos todos los días tampoco es saludable. Una dieta rica en alimentos que contengan triptófano atenúa las ganas de comer este tipo de alimentos y, encima, hasta ponen de buenas. Te recomendamos la carne blanca, el pescado azul, los huevos, los lácteos, las legumbres, el chocolate negro, los cereales integrales y los frutos secos como las nueces.
Permitido picar, pero con moderación
Comer pequeñas porciones antes de tus platos fuertes del día no está mal. Pero como todo, en exceso resulta contraproducente. Opta por palitos de zanahoria o pepino, así como nueces o frutos secos que mitiguen tu hambre mientras te haces de tiempo para alimentarte con algo más en forma. Eso sí: si llevas tu snack desde casa asegúrate de cargar sólo con lo que vas a comer, no más.
Agua, agua, agua
Esta medida ya te la súper conoces. Tres litros al día es lo básico para que estés sano y bien hidratado. Tener una botellita cerca siempre es bueno hasta para quitarte antojos. Sólo fíjate que no esté muy fría, ya que al consumirla de esta forma puede enfriar el sistema digestivo y dificultar tu digestión.
Programa lo que comerás
No improvises. Siempre será mejor que planees día por día lo que comerás en la semana. De preferencia, usa una libreta especial para anotar tus comidas de cada jornada y cocina los fines de semana para que ahorres tiempo todas las mañanas. En Directo al Paladar te sugerimos un Menú Semanal todos los domingos. ¡Te invitamos a leerlo!
Opta por comida “no olorosa”
Las ensaladas con atún son deliciosas y proteínicas, pero por favor, por piedad, no las lleves a la oficina. Eso es por consideración de los demás, ya que el olor de dicha comida es fuerte y se queda mucho tiempo en el aire. En este mismo apartado entran los huevos, los caldos con carne, todos los mariscos y hasta los alimentos muy picantes.
En verdad, vas a ahorrarte miradas de reproche si mejor comes eso que tanto te gusta en casa.
Fuente: La Vanguardia | Mia Revista
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La noticia Consejos para comer en la oficina y al mismo tiempo cuidar tu dieta fue publicada originalmente en Directo al Paladar México por Ollin Velasco .
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